Nos vamos!!! ¿Cómo nos defendemos?

En casa lo tenemos todo bajo control y hacer la dieta sin gluten se convierte en algo tan rutinario que incluso olvidamos que la hacemos. Sin embargo, cuando salimos, tenemos que encender el radar y alertarnos.

Al principio agobia un poco y hay temor, mucho, pero con el tiempo también aprendemos a defendernos fuera de casa. Claro que sí.

1. Hazte de una Asociación donde recibirás información actualizada de la dieta sin gluten y como defenderse. No te fíes mucho de lo que se encuentra en internet, sobre todo, donde no conocemos quién hay detrás, la parcialidad de sus artículos y si la información está desfasada. Antes de viajar, sobre todo si sales fuera del ámbito de tu asociación, recuerda visitar la Asociación que cubre la zona donde vas y hacer las consultas que necesites.

2. Toma las riendas. Aprende y no seas dependiente. Aprende lo que puedes comer y cómo lo puedes comer. El camarero no tiene porque conocer tu dieta así que, mejor que esperar que te dé la solución, ayúdale tú a él. Pide con amabilidad lo que quieres y como lo quieres.

3. Prepara tu salida. Conocer los platos tradicionales de donde vamos y como se cocinan ayuda mucho. Un ejemplo: el bacalhau à brás en Portugal es un plato genérico apto para celiacos. Por supuesto la indicación de seguridad "debe ser sin gluten" siempre debemos hacerla.



4. Ayúdate de las nuevas tecnologías. Tener las aplicaciones descargadas de productos y lugares donde comer sin gluten ayuda, también, mucho. Pruébalas antes de partir y procura que sean actualizadas y populares de la zona o país que visitarás.




5. Anticípate. Sabemos, de sobra, que hay ciertas tradiciones dificilísimas de cambiar. Pero nosotros lo sabemos y sencillamente diremos: "no ponga pan en el plato del queso o del jamón"
En el caso de la foto me sorprendí gratamente que con decir eso me respondió ¿celíaca?





6. El desayuno. Nosotros siempre comunicamos con antelación que viaja un celíaco. Si hay desayuno especial perfecto y, si no, recurrimos a nuestra tostada sin gluten.  ¿Cómo? Llevamos, siempre, en la maleta rebanadas de pan de molde sin gluten en envases que venden de dos, las tostamos con la bolsa de seguridad especial que evita la contaminación de las tostadoras de los hoteles. La matequilla (no margarina) es apta siempre, las mermeladas casi todas pero si hay dudas... azúcar por encima y está riquísima.





7. La comida. Nos hemos llevado muchas buenas sorpresas. Unas veces buscando restaurantes adrede y otras simplemente preguntando. 

En el caso de la izquierda fué una auténtica sorpresa que nos hicieron una crema de calabacín y prepararon unos picatostes fritos de pan sin gluten para acompañar.
Otras veces, como en la derecha, recurrimos a esas magníficas franquicias que se encuentran en las ciudades.
Y si no... pues lo dicho arriba: Coge las riendas y echa un vistazo que con pequeñas indicaciones al camarero te podrán servir tortilla francesa o española, queso, jamón, marisco, ensaladas y... ¿qué me decís de nuestro plato estrella?.. ¡Un buen chuletón!




8. El postre. Fruta.. fruta.. fruta... que está muy bien pero nos molesta un poquino que sea el recurso en los restaurantes ¿verdad? Y no digamos si es en un evento especial. Una solución facilísima con un genérico... ¡helado de nata o vainilla! Si saben os lo sabrán servir y si no saben pues damos nosotros las indicaciones.
Mirad que mono nos lo pusieron en esta ocasión.



9. No desesperéis. Muchas veces la desesperación nos ciega y vemos el problema de la celiaquía como un alud que nos acecha. Respirad porque si en un sitio os han dicho que NO seguro que en el de al lado dicen que

10. Recordad... Vivimos en un auténtico paraíso para celíacos así que empieza a salir, empieza a disfrutar y en poco tiempo querrás ir mas y mas lejos.





Un optimista ve una oportunidad en toda una calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Winston Churchill.



Lourdes