Estocolmo

Con la boda de la princesa Victoria de Suecia me han venido los recuerdos de la visita que hicimos a Estocolmo hace dos años. Creo que es interesante que os cuente la visita y de esa manera se queda en el índice de Salidas de este blog para quién pudiera interesar.

Es una ciudad a la que hay que volver, es preciosa y los celíacos son bien acogidos.
Los que me conoceis sabeis que me muevo siempre con mis hijos y procuro hacerlo de manera que ellos puedan seguir el ritmo.


La forma que mejor se adapta, a nosotros, últimamente es con crucero por varios motivos:

- No suelo tener problemas con la dieta de mi hija aunque me suponga estar detrás del maître todo el día para que le tenga la comida que quiero para ella.

- No me cobran al mayor como adulto sino como niño y sólo pago por los dos las tasas de puerto lo cual me compensa respecto a cualquier hotel de verano.

- Se lo pasan en grande y a su vez les hago moverse y conocer otras culturas de forma amena.

Uno de nuestros particulares requisitos es que, salvo que no quede mas remedio, nunca cogemos las excursiones del barco. No sólo buscando ahorro (que lo busco) sino porque a pie se adentra uno mas en la ciudad y hay que defenderse con el idioma y descubrir tradiciones.. en fín.. es mucho mas intensa la aventura... aunque, todo hay que decirlo, casi perdemos el barco en esta ocasión al equivocarnos en el metro a la vuelta (desde el centro de la ciudad a la terminal de cruceros).

Mirad el metro...



Parece mentira ¿verdad?... Estas dos fotos que acabais de ver es del metro.
Luego ocurren circunstancias en las que descubres que con una enana que no está dispuesta a andar no avanzaremos nada y decidimos alquilar unas bicicletas.
Fué divertido porque es como se mueve todo el mundo allí pero todavía me sorprende que yo tuve un montón de problemas con la bici ataviada de mallas y deportivas y allí veía a las mujeres con falditas y taconcitos en bici.


Tuvimos una visita muy completa a la ciudad y nos manejamos bastante bien con un plano que teníamos. Visitamos el Vasa, El Ayuntamiento, el Junibaken (el país de Pippi calzaslargas que no podíamos perderlo claro...) y paseamos por el centro. Teníamos por todos sitios aparcamientos para las bicis y nos facilitaron cadenas antirobo para dejarlas tranquilamente.

Y al final... un lujo que no podíamos dejar pasar... a pesar de que en el barco íbamos con el régimen de todo incluído.

Para un celíaco.... ¿esta imagen tiene precio?

Para saber mas de Estocolmo visita este post de M and M's, nuestra amiga portuguesa.
Espero que os guste y os anime a salir. Lourdes.