Croquetas de espinacas

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de probar la compra directa de frutas y verduras, a los agricultores, pero no terminaba de decidirme. Miré incluso la posibilidad de desplazarme, de vez en cuando, a algún huerto pero, como siempre, el tiempo se lo absorbe la gran urbe.

Un buen día, cuando menos lo buscaba, una amiga bloguera me avisó que podía probar el servicio de Sé que como y, la verdad, creo que cualquiera podría apreciar la calidad de la fruta y verdura que llega de la huerta a la mesa. Es una gozada comprobar que tiene olor y sabor que creíamos perdidos.

Y como disfrutamos de las espinacas... !!!!





¿Vamos con la receta?

Ingredientes:

AOVE (aceite de oliva virgen extra)
1/2 cebolla tierna troceada
3 cucharadas de harina (en mi caso sin gluten)
Un vaso de leche
Sal
Nuez moscada
Una mata de espinacas cortada y lavada.
2 huevos
Pan rallado (en mi caso sin gluten)

Notas:

Si no tenéis problemas en casa con el gluten utilizad harina de trigo.

Yo utilicé Beiker y resulta una masa un poquito difícil de manejar porque el resultado es bastante blando. Si no tenéis maña mi consejo es que utilicéis otra panificable como Schar o Procelli.

Una buena espinaca inunda de sabor el resultado pero si eres de los que notas saborcillo a "sin gluten" con estas harinas añade media cucharada de harina de garbanzo. Pero ya os digo que no necesité utilizar este truquito con estas espinacas.




Preparación:

Una sartén amplia se pone al fuego con un chorro de aceite. Que cubra el fondo. Cuando esté caliente se echa, primero, la cebolla.

Cuando veamos que la cebolla empieza a tomar color echamos las espinacas y dejamos que reduzcan bien.

Cuando veamos la espinaca reducida echamos sal, nuez mozcada y 3 cucharadas de harina. Removemos un minuto y añadimos la leche. Se formará una masa para croquetas.

Retiramos a un plato y dejamos enfriar.

Cuando enfríe formamos bolas de croquetas y pasamos por pan rallado, huevo batido y de nuevo pan rallado.

Se fríen.



Una delicia... os lo aseguro!!!

Espero que os guste,


Lourdes