Pastas craqueladas de almendra

En nuestro mundillo celíaco surgen muchos momentos, como a todo el mundo, en el que no tienes nada dulce en casa que llevarte a la boca y, a diferencia de los demás, no puedes conseguirlo en cualquier tiendecita de barrio.

Se resuelve cocinando... sí... ¡pero también hablo de momentos en los que ni tienes tiempo ni ganas de pringar mas de la cuenta!

Bueno pues esta recetita es de las que son facilonas, no necesita amasados, rápidas y con un resultado muy rico y aparente. ¡Anímate!

Pastas craqueladas de almendra





La verdad es que en mi despensa siempre hay unos básicos aunque, hay que reconocer que, en toda casa donde hay celiacos la despensa es mas variada y amplia. 

Vivimos con la chispita neuronal esa del "por si acaso" y es raro pillarnos sin harina... Bueno perdón, me pasó que la vecina me pide harina de trigo mi respuesta es... ¡no!, pero tengo harina de garbanzo, de arroz, de quinoa, de lenteja, de coco, de almendra, de teff, de castaña, almidones varios como de patata, de yuca, maizena... ¡y no le vale ninguna!

Ante este tipo de cosas, yo me pregunto... ¿quién tiene realmente la carencia... el celíaco o el "comelotodo"?



Ingredientes:

150 grs almendra molida (o moléis almendras)
90 grs azúcar glass (molido también, no hace falta que sea comprado glass)
35 grs. maizena
1 cucharadita de levadura química (usé de Adpan de repostería)
1 huevo
pizca de sal
Esencia de vainilla (un básico de Manuel Riesgo que siempre tengo)

Mas azúcar glass para rebozar

Preparación:

En un bol grande se mezclan, primero, las  harinas, levadura y pizquina de sal.

Se añade el huevo, se empieza removiendo con una cuchara y se termina haciendo una bola con las manos.

Se envuelve en papel film y se lleva a la nevera durante una hora. Si tenéis prisa pues al congelador unos 10 minutos.

Se pone a precalentar el horno a 180º. Resistencias de arriba y abajo.

Se preparan bolas de 20 gramos y rebozamos con azúcar glass. Las colocamos separadas en la bandeja del horno sobre papel de hornear.

Se hornean durante 15 minutos.




Enfrían en seguida y se pueden comer en cuestión de 15 minutos. Como veis en la foto, en caliente se pueden colocar sin que se desmoronen.


¡A disfrutar con el cafecito!


Espero que os guste,

Lourdes