LEY DE MÍNIMOS

La charla sobre alimentación en los escolares, en la que estuve ayer, estuvo muy interesante. Y, me imagino que como en todo, hubo momentos muy buenos y otros no tanto… ó que no me gustaron.

Mi abuelo decía que para conseguir algo hay que tener la razón, saberla pedir y que te la quieran dar. Creo que cumplí con los tres puntos, incluso en el que creía más difícil que es saberla pedir porque tuve un día muy elocuente y no necesité leer ni apoyarme en ningún documento para defender eficazmente nuestra problemática. Pero… estamos en el complicado siglo XXI y hay que añadir otro punto al proverbio de mi abuelo porque no sólo te tienen que dar la razón sino que deben estar dispuestos a colaborar y… molestarse.

El Gobierno está preocupado por lo que considera una pandemia de la obesidad infantil y ha instado a las empresas de caterings de los colegios a poner remedio a este problema. Si es así no me parece mal que se preocupen pero acudí a la charla porque a mi hija celíaca le aplican la dieta anti obesidad y, además, no le ponen huevo, ni leche, ni frutos secos.... ¿Cómo se explica esto?

Antes introduzco una opinión sobre lo que creo y es que se están preocupando mucho mas porel crecimiento de la obesidad infantil que es potencial que el de la celiaquía que manifiesta un crecimiento exponencial y... no digamos intolerancias y alergias en general.


En este punto defendí que no entendía que el Gobierno se preocupara mas ante un problema con crecimiento potencial cuando tenemos entre manos un problema mayor que es la celiaquía cuyo crecimiento es exponencial. Cosa facilmente entendible porque, ahora mismo están diagnosticados 1 de cada 100 personas, y sólo representan la punta del iceberg. Los celíacos parecen menos pero en un futuro será el problema mayoritario. (En el gráfico la linea roja representa crecimiento lineal, la linea azul la potencial y la verde exponencial)

Entendieron este argumento pero lo que está claro es que se mueven según las normativas que promulga el Gobierno.
Aún así, consideran que estamos muy bien representados y que la Asociación de Celíacos de Madrid está muy encima de ellos. De hecho han logrado que el celíaco tenga algo mas de consideración en los colegios porque les han hecho entender que es una
limitación mucho mas amplia que cualquier alergia y, además, no tienen cura.

Expuse que era necesario hacer atractivos los platos de los pequeños con colores y olores y de esa manera solucionarían muchos problemas. Además, si el principal problema es el de la obesidad y nos tenemos que ceñir a él yo propongo acercar la dieta de los demás niños a la de los celíacos y comprobarían como de esa manera bajaría la obesidad tan temida. Recordándoles que la obesidad, salvo por problemas muy concretos, es una elección ya que una persona puede decidir y poner remedio a su peso… a la celiaquía NO.

Me explicaron que, hoy por hoy, no tienen mas remedio que funcionar con la Ley de mínimos. Tienen demasiadas cocineras y ayudantas, unas con conocimiento en celiaquía y otras no, y tienen muchas alergias diferentes en un comedor. La Ley de mínimos es que si tienen helado ó croquetas ó jamón York (como ejemplos) No se lo darán a ninguno de los alérgicos ni intolerantes que tienen en el comedor para no correr riesgos con ninguno de ellos. Vamos que mi hija tiene que asumir su celiaquía y las demás alergias… jamás le rebozarán un filete con huevo y maizena porque.. ¿y el alérgico al huevo? Es un sistema con el que todos están conformes y nadie protesta porque, ante todo, se vela por los mínimos riesgos.
Son cosas que oyes y tienes que saber mantener la templanza.. aunque creo que en ese momento se me cayó el boli y respiré.
Sabía que vendría el momento ese de que… nadie se queja y yo debo estar tranquila en el asunto.
Es el momento en el que expuse que había lanzado la problemática en mi blog y había recibido un gran número de mails mostrando disconformidad en el tema.. ¿cómo era posible?
Y es el momento también en el que el Jefe de zona de Scolarest decide echar una mano a la Nutricionista (quién en todo momento se mostró solidaria) y, argumentando falta de tiempo, decide cortar la trayectoria de la charla para dar paso a otras preocupaciones de otras madres. Contesté que también estaba preparada para este corte y que en este momento les hacía entrega de un documento donde se relacionaban todas nuestras quejas y todas nuestras sugerencias y peticiones.

Comprendí y, por supuesto, respeté el paso a las preguntas de otras madres pero tuve que aguantar preguntas como: mi hija no me come.. mi hija no bebe agua… al mio no le gustan las verduras…Lo siento pero...cualquiera que tenga un problema serio con la alimentación comprenderá que para nosotros sean tontas esas preguntas.

Al final del encuentro tuve una charla privada con la Nutricionista mucho mas cercana y menos tensa quizás. Ella comprendía nuestra problemática porque tenía amigas con hijos celíacos que la habían hablado mucho del tema pero al final… todo funciona según normativas.

Mi sensación es la de que, los celíacos estamos secuestrados en el Alakrane y, nadie va a pagar rescate por nosotros.

Lourdes