Este año nuestro destino fué Malta de donde traemos aventuras y anécdotas que contaré en dos capítulos:
Planificando el viaje, vuelos y aeropuertos:
Hay pocos vuelos a Malta y la mayoría son de compañías baratas y, además, tienen horarios muy dispares e incómodos sobre todo si se va con niños. Después de mucho investigar por internet y comprobar lo difícil que era planear y encajar vuelos y hotel decidí pasar la patata caliente y lo puse en manos de Destinos sin gluten. Os puedo asegurar que mereció la pena porque me enviaron toda una lista de posibilidades de fechas, ofertas y horarios de vuelos... sólo tuvimos que elegir lo que mejor nos encajaba. Podéis contactar con ellos a través de su web y todo resuelto.
Los vuelos que tuvimos fueron:
A la ida con Vueling que funciona fenomenal. Muy puntual, cómodo (aunque ahora los aviones nos llevan en asientos mas estrechos), con asientos asignados. Además, llaman para embarcar primero a los que van con niños y se agradece mucho no tener que hacer colas con ellos.. (y sus preguntas de cuándo nos montamos...)
La única restauración que se ofrece en vuelo es de pago y en la carta lo único que hay apto para celíacos es fruta fresca.
Obviamente fuímos preparados:
El regreso lo tuvimos con Ryanair y bueno..... personalmente no recomiendo esta compañía y os enumero las anécdotas que tuvimos:
- Para comenzar jamás habíamos tenido problemas con nuestras maletas en los vuelos. De hecho llevamos varios años volando y siempre llevamos 2 maletas grandes con mas peso que este año porque los dos últimos años los destinos requerían que lleváramos ropa de abrigo que este año se ha excluído de nuestro equipaje. Pues no... Ryanair nos decía que podíamos llevar 4 maletas de 15 kilos pero no 2 de 20. Fué el momento en el que comprendímos por qué la gente joven que estaba en la cola de facturación se repartían cosas entre unos y otros. Pues nada... a montar el numerito sacando ropa de las maletas y repartiéndola en bolsas de compra que menos mal que teníamos. Que no acaba ahí la cosa... que para pasar el quipaje de mano había muchos requisitos y creo que resolvímos muy bien previendo el problema y comprando una bolsa de equipaje en las tiendas del aeropuerto.
- Luego vimos que se formó una cola enorme... ¡una hora antes de embarcar!.. ufff... eso era porque los asientos no están numerados y...¡¡hay que pelear por pillar asiento!!. Nuestra posición en la cola no era muy alentadora así que quedamos en que yo agarraba a la niña para sentarnos y mi marido y mi hijo se encargarían del equipaje de mano y sentarse donde pudieran. Al final estuvimos, mas ó menos, todos juntos.
- Aluciné en colores cuando dicen por megafonía del avión... ó se sientan ó nos quedamos en Malta.
- La restauración no la ofrecían mediante una carta sino por megafonía.. y luego hubo rifa... y después venta de perfumes... Vamos que mi hijo llegó a decir.. Ahora va a pasar el de los ¡¡¡Melonesss... Sandíassss!!!
Los Aeropuertos:
Creo que es interesante matizar como son los aeropuertos y sus diferencias.
La T4 de Barajas (Madrid) es enorme y es importante llegar con tiempo, sobre todo si no lo conocéis y no sabéis manejaros. Hay un Mcdonalds donde podréis comer sin gluten tranquilamente que, para el que no lo sepa, en España disponen de pan sin gluten al igual que en Noruega, Suecia y Finlandia. Este Mcdonalds está antes de pasar el control aduanero ¿de acuerdo?.
El aeropuerto de Malta es pequeñito y se embarca y desembarca directamente andando entre el aeropuerto y el avión. Tuvimos aquí la última anécdota de nuestro viaje y es que cuando nos tocaba despegar había dos perritos jugando en la pista de despegue y hubo que esperar a que los retiraran el personal de seguridad.
El hotel
Fuimos al Qawra Palace de 4 estrellas. En lo primero que reparé, que para mí es una pequeña anécdota, es lo siguiente:
Aquí veis el edificio donde trabajo en Madrid... fijaos en el emblema ó logotipo:
Aquí el del hotel... ¿notais el parecido?.. Pues yo lo ví tan inmediatamente que me hizo recordar mi trabajo estando tan lejos.. ja, ja
Bueno.. hay que aclarar que el hotel es de lo mejor en Malta pero inferior a cualquier 4 estrellas de España. Es algo que nos lo habían dicho y contábamos con ello.
Al entrar nos llevamos buenísima impresión en el hall pero, sin embargo, la mayoría de sus habitaciones y, en concreto, todas las familiares (para 4 miembros de familia) eran interiores y daban a un patio. De todas formas nos dimos por contentos porque mejor eso que estar en dos habitaciones como nos ocurre en la mayoría de hoteles.
Teníamos piscina, acceso a la playa, animación todas las noches... ¡¡me acabo de acordar de otra anécdota!!
Nunca bailamos sino que nos gusta observar a la gente mientras escuchamos la música y tomamos nuestra copa. Pero, una noche, pusieron un pasodoble y salió allí una señora vestida de flamenca, se puso a dar vueltas como una peonza y de vez en cuando paraba y "meneaba" el vestido.... Nos dijimos... tierra trágame.. ¿qué es esoooo?.
Pasó aquello y nos relajamos. A eso que dijimos vámonos que mañana toca madrugar para alguna excursión y a la que nos íbamos... ¡¡qué suena el pasodoble de nuevo!!... Miré al maromito y le solté la famosa frase que arranca al hombre español cuan toro bravo... "No hay webs...".. ¡Ja!.. Nos marcamos un pasodoble y nos aplaudieron...¡¡qué vergüenzaaaa!!
Comer en la isla
Bueno en Malta nadie se sorprende con el tema Glutenfree y es conocido de sobra de qué va la historia. Lo que ocurre es, y no creo que os sorprenda, que para los españoles como la comida española.... De hecho como anécdota en este apartado os cuento que mis hijos eran de los que quitaban la cebolla de mis paellas y ahora ni la ven y se lo comen con un gustoooo. Así que educativo resultó.
En el hotel cometí un error y es coger el Todo incluído. No lo recomiendo pues hay muchos sitios para comer por la isla y muchos con apartado sin gluten (la agencia arriba indicada facilita todo un listado). En el hotel nos llegó a aburrir con la comida porque nos parecía siempre lo mismo. Quizás tambien tenemos influencia del todo incluído en Pullmantur, del todo incluído en Playa Canaria en la isla de Tenerife y del Riu en Lanzarote y claro.... ¡¡nada que ver!!
Yo creo que con media pensión hubiera estado mucho mas acertada nuestra elección.Lo primero que hay que hacer es adaptarse a los horarios si quieres comer porque allí se come a las 12 y se cena a las 18.
De desayuno sólo teníamos, sin gluten, el pan así que hice estupendamente con llevar sobres de Nesquik, galletas y cereales sin gluten.
De comidas sin gluten pues tuvimos arroz blanco, macarrones, carne ó pescado a la plancha y patatas. Hubo una noche que nos sorprendimos mucho y pusieron a la niña una carne guisada con salsa de piña exquisita.
Por las tardes, en el bar de la piscina, daban hamburguesas pero no eran aptas... Recurrimos a unas patatas fritas y nos daban estas bolsitas que aprendió a pedirlas la niña, ella sóla, en inglés.
Los encargados de restaurante alternaban entre el simpático y el antipático. Sabíamos que el día que le tocaba al simpático (y cariñoso, se llamaba David) se encargaba de subir a una pastelería que había anexa al hotel para poner a la niña tarta sin gluten de chocolate exquisita.
En Valetta entré en una pastelería a curiosear y me encontré con un apartado de dietéticos con mucha variedad de productos sin gluten.
Como habíamos contratado el todo incluído no comimos fuera ningún día salvo uno y que por Ley de Murphy que no encontramos ninguno de los restaurantes aptos, en Valletta, miento que encontramos 2 pero estaban cerrados. Importante saber que la numeración de las calles empiezan en un lateral y continúan por el otro lateral... No es como en España que en un lado tenemos los pares y en el otro los impares y aumentan ó disminuyen por igual.
Total que veíamos que íbamos muy tarde de hora (con respecto a la costumbre de ellos claro) y decidimos que nos metíamos en el Mcdonalds. Curioso... NO se puede comer sin gluten en el Mcdonalds de Malta porque ni siguiera la carne sola es segura. En cambio en Burguer King sí... allí sí que la pusieron a la niña un plato con su hamburguesa con ensalada y patatas.
Y hasta aquí el primer capítulo.
Nos vemos en el próximo post... ¡ciao!
Lourdes