Creo, y algunos me lo habéis hecho saber, que me imaginais totalmente dedicada a la cocina y todo lo que la rodea. Nada nada mas lejos de eso.
Soy una urbanita cuya vida transcurre sobre asfalto y con trabajo, afortunadamente, a 25 Km de mi residencia lo que conlleva una pérdida de tiempo inconmensurable. Ese tiempo que hubiera necesitado para llegar a tiempo, al cole, con una merienda para mi hija.
Pero ella, consciente de que su madre todavía no se le va a preparar porque necesita quitarse los zapatos, se sirve sola...
¿Curioso verdad? Pues sí... Lo hace muchas veces y es una influencia de mi hijo mayor eso de coger una lata de maiz, una cucharilla y merendársela.
Hace muchos años, antes de que me tocara el tema de la celiaquía, aprendí a leer en las latas de conservas y comprobé que hay muchas en el mercado totalmente sanas para su consumo.
Mirad...
(Quizás hay que ampliar un poco la foto) "Las verduras en conserva no necesitan la adición de conservantes, conforme a la legislación vigente".
¡¡Claro que no!! Me gusta que se aplique esta legislación y, además, tampoco hay por qué añadir azúcar al maiz.. ¿Para qué?. Así que siempre tengo unas latitas de éstas.
Bueno, después de un día agotador y que toca cena con verduras (establecido por imperativo, en esta casa, para los martes por la noche)... ¿Qué preparo?
Bueno pues con un bote de judías verdes, una lata de zanahorias, 3 huevos batidos, una cucharada de harina de arroz, sal y pimienta... ¿qué preparé?
No me digais que no me salió una tortilla bonita, sana y rica....
Espero que os guste,
Lourdes