En busca de lugares emblemáticos de España

Para este verano habíamos soñado con un viaje fuera de España pero, por ciertas circunstancias familiares, no podíamos irnos muy lejos ni muchos días.

Tanto nuestros hijos como nosotros somos culos inquietos y no nos hace mucho lo de irnos en el verano a la playa a tirarnos en una hamaca y tostarnos vuelta y vuelta. Así que nos hicimos otro de nuestros recorridos de búsqueda de lugares emblemáticos.



1. Lago de Sanabria

Es el mayor lago de origen glaciar de Europa y lo tenemos en la provincia de Zamora. Su entorno es un paraje natural precioso.

La visita en el barco merece mucho la pena ya que nos hacen entender la formación del lago y la fauna y flora que lo rodea. Además, el barco funciona de forma eólica-solar exclusivamente y podemos comprobar que sí son viables las energías alternativas y limpias para el transporte.

Lo que nos gustó mucho, también, fue la clase práctica que recibimos sobre plancton.




Subimos a San Martín de Castañeda desde donde pudimos ver el lago desde mirador alto y disfrutar de un aire puro maravilloso.

Para comer recurrimos al buén chuletón a la brasa y de postre un magnum. 

La verdad es que, con las cosas claras por nuestra parte, se puede comer sin gluten fuera. Lo complicado es que sea una dieta variada pero yo creo, y lo veréis a lo largo del relato de nuestra salida, que al final lo conseguimos.


Ese día nos hospedamos en un precioso apartamento en El Puente. Un pueblo pequeño y muy bonito.


Donde hicimos, por la tarde, algo de senderismo.


Para cenar anduvimos un poco perdidos pero al final nos sentamos en una terraza donde se vislumbraba fama y la verdad es que muy bien. 

Nos contó la camarera que lo mas típico allí era una fuente, de barro, grande de pescados y le dijimos que teníamos dudas con dicha fuente porque debía ser sin gluten. Nos dijo que esa fuente lleva calamares rebozados pero se les prepara a la plancha. ¡Contentísimos de que nos entendieran a la primera!

Así que esa noche tuvimos una fuente de pescados que llevaba truchas, calamares, gambas y pulpo y una ensalada.



2. Termas de Orense 

¿Imagináis bañarse en aguas termales a 40º en pleno verano? Pues eso hemos hecho nosotros.. ¡Qué locos! Pero la realidad es que cuando se sale del agua se nota fresquito.

Son aguas minerales que manan a 60º pero se mezcla con agua fría para poderla hacer apta para el baño. Estas que veis son gratuítas y están al lado del Miño.



Para comer fuimos a la La Pepita, por el centro de Orense, donde hay variedades de hamburguesas riquísimas y la mayoría aptas para celíacos. El pan sin gluten en el que la ponen es muy bueno.




3. Azotea de la Catedral de Santiago de Compostela

Ya conocíamos Santiago de Compostela y su catedral pero la opción de subir a la azotea no la habíamos conocido y nos parecía una oportunidad única que durará poco tiempo porque también está en vías de restauración.

¡Estuvimos encima de una catedral!... Nos encantó.





Pasear por las calles de Santiago es también muy emblemático y cautivador y, además, disfrutamos comprando productos típicos sin gluten en una pastelería.

La tarta de Santiago nos dijeron que, aunque es sin gluten, no la etiquetaban como sin gluten porque se horneaba en un horno común a mas productos. Me pareció perfecto que nos comentaran eso porque realmente nos demostraban tener conciencia de la contaminación cruzada.


Y para cenar... ¡una gozada de sitio en el que estuvimos!. Fuimos allí por recomendación de una tabernera en donde tomamos un refresco y la verdad es que fué una maravilla.

La taberna donde tomamos el refrigerio es La Barrika y tuvieron el detalle de poner aperitivo, aparte, sin gluten y el restaurante es O Afiador.





4. Playa de las Catedrales

No tuvimos mucha suerte con el tiempo pues mirad en la foto como lo hubiéramos visto con buen tiempo y como estuvimos.

Sirvieron de poco los plásticos impermeables que llevábamos y nos calamos pero bien pero la realidad es que fué una auténtica aventura y disfrutamos.



5. Pueblos de pescadores de Asturias

Como en la playa de las Catedrales estuvimos poco tiempo, mucho menos del que teníamos previsto, pues seguimos hacia algún puerto pesquero y así llegamos al Puerto de Vega




Y comimos en un restaurante en el mismo puerto donde, antes de entrar, preguntamos sobre la posibilidad de comer paella sin gluten y no sólo lo hacían sin gluten sino que además tenían pan. ¡Riquísimo todo!






Estuvimos hospedados en el hotel El Pinar en Villapedre que cito porque, aunque en todos los hoteles por los que fuimos pasando nos tuvieron preparado desayuno sin gluten, este fué el mejor.





6: Covadonga

Qué preciosidad de sitio. Realmente nos cautivó a todos.



Para comer tenía señalados algunos sitios pero el GPS nos llevó a Cangas de Onís cuando en realidad estaban a las afueras. Así que aparcado el coche pues decidimos preguntar donde comer una fabada que era nuestro antojo y lo que procedía por aquel lugar.

El primer sitio que preguntamos nos dijeron que utilizaban pastilla de caldo y tuvimos que descartarlo pero en el segundo... ¡¡fabada para comer!!

Y fué muy curioso porque aunque no tenían pan sin gluten ni era un sitio recomendado cuando pusieron la ensalada trajeron los picatostes en un cuenquito aparte porque no querían contaminarla y por si alguno de los comensales lo quería.



7: Fuente Dé

Otra vez el tiempo nos evitó ver el paisaje en su esplendor pero, a cambio y como no veía, me atreví a salir al balcón que hay arriba colgando sobre el valle. Sin duda comprobé, por mi misma, que ¡el miedo es psicológico!




El paisaje con niebla también tiene su magia.



Es una zona preciosa y nos dió tiempo a hacer algo de senderismo, visitar Potes y comer, en el Parador, cocido lebaniego... ¡qué bueno!



8: Cristo del Otero

Nos cogía de regreso y no conocíamos este otro lugar emblemático de España situado en Palencia. Nos dió penilla donde le han plantado el pararrayos.



Comimos en el centro de Palencia en Matuka.



Y hasta aquí nuestro recorrido de este verano.

Espero que os guste,

Lourdes