El que es culo inquieto lo es siempre... incluso de vacaciones.
Nosotros no somos de tirarnos en una hamaca al sol durante un mes... ¡no podemos! Y nos gustaría ¿eh?... Pero hay alguna neurona o carga genética que nos hace así... ver, conocer, descubrir, andar!!!!
Espero que os guste el recorrido que hemos hecho.... unos 1500 km en coche en 5 días buscando sitios que no conocíamos de esta España nuestra y preciosa en todos sus rincones.
Nuestra primera parada, a casi 300 km de nuestra casa fué en Olmos de Atapuerca donde habíamos quedado con un guía que nos llevaría a conocer una mina de hierro.
Conocimos la Mina Esperanza y fue una visita que nos gustó mucho porque pudimos conocer como vivían los mineros y como se trabajaba la mina en diferentes épocas por la que fue pasando. ¡Qué vidas! Se convierte en una lección para todo el que la visita. Se termina con una exposición de minerales y explicación de algunos de sus usos en la industria actual.
Posteriormente dormimos en un hotel en Miranda de Ebro, una ciudad que nos gustó la vida que tiene... ¡es una ciudad muy animada! Y su parte antigua muy bonita.
La siguiente parada... derechitos al monte Igueldo de Donosti. Es precioso estar allí arriba... el paisaje es un espectáculo. Y el funicular que sube allí es de madera y con mas de 100 años de antigüedad... sin duda una visita obligada.
Por cierto... me machacó la nena con: ¿Es Donosti o Donostia?... ¿Y San Sebastián?... Que síiiii... las tres opciones denominan a la misma ciudad.
La playa de la Concha todo un espectáculo también... tuvieron suerte los donostiarras de que les llevásemos el sol de Madrid... ¡No lo digo de broma! ¡El calor parecía que nos seguía! Y aquello se convirtió en una revolución de gente hacia la playa. Nosotros preferimos pasar a la arena cuando el sol estuviera un poquito mas bajo y hubiera menos gente.
Hicimos todo un repaso de arquitectura... ¿Gótico?... Porque.. ¡Románico,como abunda por nuestra Extremadura, no es! Qué bonita... y apostábamos por Gótico pero no... es NEOGOTICO. No íbamos mal encaminados pero es posterior, el llamado nuevo Gótico.
Necesitábamos el repaso y a la niña le vino genial.
¿Y qué me decís del arte moderno? Nos encantó ver como han restaurado el túnel del Antiguo en Donosti. ¡Parece que vas bajo el mar!
Pasamos a Francia, que está al ladito y nos paseamos por las calles de Bayona.
Y disfrutamos del Cantábrico francés (en Biarritz) que... ¡Nos lo creíamos todo nuestro! Ese (el Cantábrico) hay que reclamarle igual que el Peñón... ¡Español!
Luego tiramos a este precioso paraje... ¡sí! A San Juan de Gaztelugatxe. Que preciosidad de sitio... ¡Y qué reventón de piernas! Ahí descubrí mi diferencia de edad con mi hija... ¡qué lastimaaaa!
En Bermeo nos hospedamos en un sitio precioso y... ¡por fin nos llovió! No estamos locos... ¡nos encantó que nos lloviera! Forma parte de las búsquedas de los que somos de secano.
Y.... ¿Pisamos nieve?... ¡No! Cogimos de nuevo ruta hacia el sur y disfrutamos visitando El Valle salado de Añana. Eso que pisamos es... ¡sal!
Ibamos guiados por un simpatiquísimo vasco, con la lección muy bien aprendida, y con el que aprendimos mucho de aquel lugar... ¡Tenéis que visitarlo!
Y para el último día... ¿que nos quedaba? Encontrar una cascada... y la encontramos, en Orbaneja del Castillo (Burgos).
Pudimos entrar, incluso, en la cueva donde nace la cascada que irá a formar parte, al final, del río Ebro.
Pero no solo de andar se hace el camino... hay que comer, comer y comer!!!
La nena entusiasmada porque en varios establecimientos del norte disponían de su helado favorito... ya sabéis... os hablé aquí de cual es. Como que me tiró un beso para la foto.
Os hablaré de como nos fuimos apañando y, la verdad, salvo un día que tardamos mas de la cuenta en encontrar un sitio para comer sin gluten... ¡todo muy bien!
Mientras, en orden de nuestro recorrido, nuestro agradecimiento a todos los lugares que lo hicieron un éxito sin gluten:
Lourdes