Se verdad que no sé que está mas bueno en esta receta si el pulpo o la patata. Es una delicia que repetiré muuuuchas veces. ¿El secreto? Muy fácil.
A mi me gusta mucho cocer el pulpo en vez de comprarlo cocido pero es que, además, en esta receta es fundamentalísimo porque las patatas cuecen en el agua del pulpo y hará de ellas unas revolconas muuuuy especiales.
Aquí tenéis: Pulpo con patata revolcona
Ingredientes:
Un pulpo fresco
1 kg. patatas nuevas de tamaño pequeño/mediano
Pimentón de La Vera Dulce
Pimentón de la Vera Picante
Una cucharadita de cominos
Sal común y sal en escamas
Aove (aceite de oliva virgen extra)
Preparación:
El pulpo se limpia y se corta en patas (aunque también lo podéis cocer entero de un golpe).
Se pone una gran olla con agua a cocer. Cuando el agua hierve se van introduciendo las patas del pulpo a golpe de tres intentos 😂😂 Me explico:
- Cogéis cada pata por la punta e introducís y sacáis el pulpo del agua 3 veces. En la cuarta entrada en el agua allí que se queda a cocerse.
- Lo vais haciendo una a una y si el agua deja de hervir esperáis a que nuevo rompa el hervor.
Cuando ya esté el pulpo entero dentro de la olla introducís las patatas lavadas y sin pelar. También una cucharadita de cominos que dará un aroma especial.
El tiempo de cocción varía según el pulpo pero yo calculo siempre 30 minutos. No obstante compruebo con un tenedor que se pueda pinchar pero no que esté blando.
Cuando esté escurrimos el agua y separamos el pulpo de las patatas.
Las patatas las pelamos y troceamos.
Ponemos una sartén al fuego con con 3 cucharadas soperas de aove y unos dientes de ajo troceados.
Cuando el ajo comience a freir añadimos una cucharadita de pimentón dulce y otra de pimentón picante, removemos e inmediatamente añadimos la patata. Salamos.
La patata se rehoga bien y aplastamos un poco con la cuchara con la que removemos.
Aparte se hacen a la brasa las patas de pulpo. Si no podéis hacerlo a la brasa podéis hacerlo a la plancha. Solo vuelta y vuelta.
Servimos junto con la patata y unas escamas de sal.
¡No dejéis de probarlo!
Lourdes